¿Quien dijo "medio"?
blas de lezo: superhombre… y medio
Si os pidiera que imaginarais a un héroe y definierais sus cualidades... ¿cuáles os vendrían a la cabeza? Fuerte, ágil, valiente, aguerrido… ¿Y qué pensaríais si os dijera que uno de los mayores héroes de la historia de nuestro país era tuerto, cojo y manco? La historia de Blas de Lezo cambiará vuestra definición de héroe.
Blas de Lezo y Olavarrieta (Pasajes, Guipúzcoa, 1689 - Cartagena de Indias, 1741) ingresó en la Marina con quince años. Diez más tarde estaba cojo, tuerto y manco por las heridas recibidas en combate: perdió la pierna izquierda de un cañonazo en la batalla de Vélez-Málaga ( Torre del Mar); una esquirla le reventó el ojo izquierdo en la batalla de Tolón y un balazo de mosquete dejó su brazo derecho inmovilizado durante el asedio de Barcelona.
Con sólo 25 años su singular estampa le valió el apodo de "medio hombre" pero, lejos de retirarse de la vida militar, se embarcó en la Escuadra del Mar del Sur para combatir la piratería de las costas de Chile y Perú, defendiendo los territorios de España en Ultramar.
Sin embargo, Lezo lograría su mayor victoria en la batalla y el sitio de Cartagena de Indias, al derrotar con tan solo 6 barcos y 2.800 hombres a la flota inglesa, compuesta por 180 buques y 23.600 soldados comandada por Edward Vernon. Esta batalla supuso la mayor derrota naval de la historia de Inglaterra y la victoria clave para mantener el dominio español en América.
El 13 de marzo de 1741, la marina inglesa dibujaba en el horizonte de Cartagena de Indias la mayor flota de guerra que jamás surcaría los mares hasta el Desembarco de Normandía. Tras conseguir sitiar a los españoles en el Castillo de San Felipe, Vernon se decidió a tomar el fuerte asaltando por la espalda a las tropas de Lezo. Para ello, los ingleses tuvieron que atravesar la selva, lo que provocó la muerte por enfermedad de cientos de sus soldados. Aunque mermado, el ejército británico consiguió tomar posiciones y Vernon se dispuso a ordenar el ataque.
El primer asalto inglés se saldó con la muerte de aproximadamente 1.500 soldados a manos de los 600 españoles, que consiguieron resistir y defender su posición. Tras este frustrado ataque inicial, Vernon se desesperó y ordenó una nueva embestida, esta vez empleando escalas, con las que sus soldados podrían sobrepasar las murallas. Al iniciar el ataque, los asaltantes comprobaron que las escalas no eran lo suficientemente largas para alcanzar la parte superior de las murallas: la razón era que el Almirante Lezo había ordenado cavar un foso junto al muro para aumentar su altura, evitando así el asalto. Los españoles aprovecharon la ocasión para acabar con cientos de ingleses sorprendidos. La batalla daba un giro inesperado.
Al día siguiente, los españoles salieron de la fortaleza dispuestos a cargar contra los ingleses aprovechando el golpe psicológico que estos habían sufrido. Finalmente los menos de 600 defensores lograron que el enemigo se retirara y volviera a sus navíos. Las tropas de Blas de Lezo se habían hecho definitivamente con la victoria.
Tan seguros habían estado los ingleses de su victoria al inicio de la batalla que en Londres se llegaron a acuñar monedas conmemorativas con la leyenda "El orgullo español, humillado por el almirante Vernon". Abochornado al enterarse de la derrota, el Rey de Inglaterra, Jorge II, retiró de la circulación estas monedas y prohibió que la batalla fuera incluida en las crónicas.
Blas de Lezo falleció a causa de las heridas producidas en esta batalla y se cree que fue enterrado en el Convento de Santo Domingo de Cartagena de Indias. En 2014 fue inaugurada, en los jardines del Descubrimiento de la plaza de Colón de Madrid, esta escultura en bronce, obra del escultor Salvador Amaya, que recuerda la memoria de un marino cuyas proezas están a la altura de los más grandes de la Historia y que, sin embargo, una vez más, ha caído en el olvido de los héroes de nuestro país.