La hora de los valientes
Antiguo Cuartel de Monteleón. Madrid, 2018 ©ReviveMadrid
daoíz y velarde, héroes del 2 de mayo
El 2 de Mayo de 1808, apenas un centenar de civiles y sesenta militares españoles se atrincheraron en el Parque de Artillería de Monteleón, actual Plaza del Dos de Mayo, en una lucha suicida por su libertad, resistiendo los ataques de miles de soldados franceses.
En origen, Monteleón fue un palacio señorial construido en 1690, situado en el antiguo Barrio de las Maravillas, propiedad de la familia descendiente de Hernán Cortés. En 1807, Manuel Godoy instalaba allí el parque de artillería de Madrid, del que hoy se conserva tan sólo el arco de acceso.
La mañana del 2 de Mayo de 1808 todo era tensión, no sólo por el estallido del pueblo en la Plaza de Oriente, que poco a poco se extendía por toda la ciudad, sino porque los tres mil militares españoles destinados en Madrid tenían orden de no inmiscuirse. Ese día el nombre de Monteleón pasó a la historia por ser el cuartel donde los capitanes Luís Daoiz , sevillano de 41 años, y Pedro Velarde, cántabro de 29, desobedeciendo sus órdenes y escoltados por otros oficiales como Ruiz, Goicoechea, Ontoria o Arango, armaron al pueblo de Madrid, que hasta ese momento había combatido con piedras, palos y navajas, a miles de experimentados soldados franceses.
Mientras los defensores de Monteleón armaban a los madrileños, las columnas francesas habían conseguido conquistar todo el centro de Madrid y avanzaban hacia el cuartel, que se había convertido en uno de los últimos enclaves españoles de la capital. El parque carecía de defensa y era accesible desde tres calles, ninguna de ellas defendible desde el interior de un edificio, que no había sido diseñado con fines militares. No obstante, y asumiendo una muerte segura, se prepararon las defensas para resistir al ejército imperial, que cada vez estaba más cerca.
Los españoles consiguieron repeler hasta tres oleadas de las tropas al mando del General Lefranc, pero tras casi cinco horas, el mariscal Murat ordenó asaltar Monteleón desde todas las calles posibles. El ataque simultáneo de ochocientos franceses desde las calles de San Miguel, San José y San Pedro Nueva, acabó barriendo a quemarropa a los últimos cincuenta defensores españoles.
Los disparos de tiradores franceses apostados en balcones y casas, acabaron con la mayoría de los sublevados. En sus Episodios Nacionales Benito Pérez Galdós narra cómo Daoíz fue alcanzado por la espalda con una bayoneta y posteriormente acribillado a estocadas. Por su parte, Velarde caía al intentar reforzar una de las entradas. Disparado a quemarropa en el corazón, su cuerpo caía al suelo, dándose así el levantamiento por acabado.
El cadáver de Daoíz fue trasladado a su casa, y el de Velarde, tras ser ultrajado por el enemigo, fue recogido y trasladado primero al cuartel y posteriormente a la iglesia de San Martín, donde al día siguiente ambos cuerpos fueron enterrados, según nos cuenta Galdós.
Son cientos los episodios en los que la valentía española se ha hecho un hueco en la Historia, pero pocos más heroicos que los protagonizados por el pueblo de Madrid en este Dos de Mayo de 1808, día en el que muchos madrileñas y madrileños, incluidos niños, eligieron morir defendiendo la libertad de su pueblo.
Arco de entrada al Cuartel de Monteleón y claustro derribado por la desamortización. Mediados siglo XIX
“...deseando que mientras haya en los dos mundos una sola aldea de españoles libres, resuenen en ella los cánticos de gratitud y compasión que se deben a los primeros mártires de la libertad nacional”
